Ballenas muertas en Chubut: la explicación de los expertos y por qué hay preocupación
Especialistas del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) de Chubut confirmaron este lunes el hallazgo de una nueva ballena franca austral muerta en la Península Valdés. De este modo, el total se eleva a 13 desde el primer registro, el sábado 25 de septiembre.
El equipo del ICB se encuentra trabajando en las necropsias de las ballenas y colaborando con otras instituciones y especialistas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el Centro Nacional Patagónico (CENPAT) dependiente del Conicet y el Laboratorio Provincial de Salud Ambiental para determinar los motivos de la mortandad.
Ballenas muertas en Chubut: la principal hipótesis
Consultado por Página/12, el jefe del departamento de Innovación Tecnológica de la Secretaría de Pesca de Chubut, Carlos Rajoy, explicó que una de las principales hipótesis vincula la muerte de las ballenas con la llamada Marea Roja, un fenómeno natural que se suele dar en primavera y verano y provoca una proliferación muy alta de fitoplancton.
Rajoy, que está a cargo del análisis de las aguas marinas para hacer un seguimiento a este fenómeno (como se puede ver en el mapa de arriba), explicó que este año, producto del calentamiento global y el cambio climático, la Marea Roja se adelantó, ya que las temperaturas se elevaron y calentaron las masas de agua.
Marea Roja y toxinas
Durante la Marea Roja puede suceder que las especies que generan el fenómeno liberen toxinas. “Cuando la concentración es muy alta, las toxinas en el agua se incrementan de manera alarmante. A los bivalvos —moluscos exclusivamente acuáticos— que filtran estas aguas no les hace nada estas toxinas, pero sí las acumulan como parte de su alimentación”, explicó Rajoy.
Por este motivo, la provincia analiza de forma periódica la toxicidad del agua y determina si son zonas “vedadas” o “sin veda”. En el primer caso, queda prohibido el consumo de cualquier bivalvo que provenga de esa zona, ya que puede afectar la salud de los humanos. El 28 de septiembre el Golfo Nuevo fue declarado como una zona vedada.
Fue hace unas semanas, justamente, cuando haciendo estos análisis en la zona de la Península Valdés, integrada por el Golfo Nuevo y en el Golfo San José, desde la Secretaría de Pesca se llevaron una sorpresa.
Una zona es declarada como “vedada” cuando los moluscos bivalvos y gasterópodos hallados contengan un nivel de Toxina Paralizante de Moluscos superior a las 400 Unidades Ratón. En este caso, las últimas muestras arrojaron valores cercanos a las 18.00 Unidades Ratón, 45 veces más que el límite establecido por el Ministerio de Salud.
La vinculación con las ballenas
Pero, ¿por qué esto podría afectar a las ballenas? Así lo explica Rajoy: “Las ballenas, si bien filtran el alimento, no filtran fitoplancton. La conexión que puede haber es que hay una alta concentración de toxinas y estas ballenas han estado en ese momento consumiendo otras especies, no del fitoplancton, pero se le incorpora la toxina y las termina matando”.
De todos modos, el funcionario es determinante al aclarar que se trata de una hipótesis y no de la explicación final. Para poder determinar los motivos es central que se avance con las necropsias. “Pueden ser muchas cosas. Lo más cierto que tenemos es la conexión con el elevado nivel de toxinas”, finalizó el magíster en Ciencia y Tecnología Marina.