Reclaman que no se altere uno de los pocos pastizales vírgenes que quedan en el GBA
Ambientalistas señalan que son de los últimos que hay en la región y quieren que los conviertan en reserva natural.
Unidos, organizados y con un objetivo bien definido. Así se encuentran, desde hace unos meses, algunos vecinos del partido de Merlo, en la zona Oeste del Gran Buenos Aires. Encolumnados en una Asamblea y apuntando a contribuir con el cuidado y la conservación del medio ambiente, lanzaron una petición para que uno de los espacios verdes del distrito sea declarado como una reserva natural.
El eje del pedido son los terrenos linderos a la Dirección de Vigilancia y Control Aeroespacial, conocida popularmente como 'campo de G1VA' (Grupo 1 de Vigilancia Aérea). Quieren que sean considerados y establecidos como espacios naturales cuidados para que alberguen diferentes tipos de flora y fauna, entre otras cuestiones.
"Este predio constituye uno de los últimos pastizales húmedos pampeanos que se encuentran en la Región Metropolitana de Buenos Aires y es único en la zona céntrica de Merlo. Es un reservorio de biodiversidad que posee características propias de los humedales y cumple un rol indispensable en el equilibrio natural y la salud de toda la población", indica la petición que la organización ambientalista Vecinos por la Reserva de Merlo lanzó a través de la plataforma web www.change.org.
Y sigue: "Entre otros beneficios de alto valor para la comunidad, ofrece los 'servicios gratuitos de renovación de oxígeno, mitigación del calor y de la contaminación producidas por los centros urbanos, y la absorción y retención de agua de lluvia".
Esa solicitud, que está dirigida a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), al intendente Gustavo Menéndez y al Honorable Concejo Deliberante, se encaminaba en el mediodía del lunes a alcanzar las 1.500 adiciones, a poco más de una semana de publicada.
"Vemos con preocupación cómo se ha reducido históricamente este espacio natural sin reparo del daño ambiental. Los continuos incendios y depósitos ilegales de residuos y escombros conforman una sumatoria que pone en riesgo el equilibrio del ecosistema que se desarrolla allí. Y nos preocupa que se realicen nuevas edificaciones sin considerar el valor biológico y social del lugar", añaden.
Desde hace unas semanas, las caminatas, bicicleteadas, jornadas de limpieza y reconocimiento de especies en el lugar más los distintos intercambios de plantas y plantines son una constante en el gran predio que es atravesado por el arroyo Las Torres y se encuentra emplazado entre la plaza Bicentenario y el barrio Procrear.
"Ni baldío ni malezas. En G1VA existen miles de 'buenezas', una gran diversidad de flora y fauna, bosques encantados, portales energéticos y una fuente natural corredora biológica en el arroyo. Su existencia otorga calidad de vida para la comunidad de Merlo, y cuentan las historias un sinfín de avistamientos, colores, cantos, vuelos, aromas, medicina y alimento", se explayan desde la Asamblea de Vecinos por la Reserva Natural de Merlo.
"Estamos llamando a la conciencia. Los espacios verdes son nuestro derecho. Protegerlos y conservarlos no es 'urgente' para la agenda política, y no lo será nunca desde lo ambiental pero sí para sus intereses. El campo de G1VA es el último pulmón verde de Merlo", agregan desde la organización.
En ese contexto y como parte de la iniciativa, este lunes 11 de octubre a las 8:45, las organizaciones ambientales junto a grupos de vecinos autoconvocados recorrerán el lugar y también desarrollarán un reconocimiento de flora en ese ambiente natural. "Caminaremos costeando el arroyo, escuchando a las aves y viendo a los árboles perderse en el horizonte", invita la Asamblea. El punto de partida será avenida Bicentenario y Tucumán, donde nace el arroyo Las Torres.