El 14 de agosto, un avión de Qeshnm Fars Air, una aerolínea iraní bajo sanciones de Estados Unidos, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, Caracas. El avión había salido de Teherán con un valioso cargamento para el régimen de Nicolás Maduro: 47,9 toneladas de catalizadores para la producción de combustible.
Un documento de la Guardia Nacional Bolivariana en poder de Horacio Medina, actual presidente de la Junta Administrativa ad hoc de Petróleos de Venezuela (PDVSA), indica que las autoridades trasladaron todo este cargamento al Centro de Refinación de Paraguaná (CRP), en el estado Falcón.
Según Medina, los catalizadores son precursores necesarios para acelerar el proceso de fabricación de hidrocarburos. Esto permite a la refinería de Cardón, que forma parte del CRP, producir entre 25.000 y 40.000 barriles diarios de gasolina.
Sin embargo, los vuelos de las aerolíneas iraníes no son suficientes para mantener operativas las refinerías. Otro documento que Medina sostiene indica que el régimen venezolano también está utilizando la aerolínea venezolana Conviasa para complementar la transferencia de suministros.
La noticia británica de productos básicos Argus Media informó que los vuelos de Conviasa que transportan catalizadores comenzaron en febrero. El 20 de agosto, según el documento de Medina, un avión con el número de cola YV3507 llegó de la capital iraní con otro cargamento de catalizadores de 23 toneladas.
En febrero de 2020, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Conviasa y a toda su flota de aviones porque el régimen venezolano la usó "para transportar a funcionarios corruptos del régimen en todo el mundo para alimentar el apoyo a sus esfuerzos antidemocráticos", dijo el entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado el 7 de febrero de 2020.
En este momento, según Medina, el único proveedor de estos precursores clave para la industria petrolera venezolana es Irán, debido a un acuerdo entre la República Islámica y el régimen de Maduro.
Explicó que si PDVSA intentara obtener estos materiales de otros proveedores, tendría que pagar en efectivo, ya que esta sería la única forma de evitar las sanciones de Estados Unidos.
Pagos en especie
La importación de catalizadores en vuelos de aerolíneas sancionadas que salen de Teherán no es gratuita.
"Los negocios con Irán son muy turbios. Irán está cobrando un alto precio por los catalizadores. El negocio es entre mafias, con oficios. Toman petróleo crudo y lo revenden en alta mar. Estamos hablando de catalizadores para el crudo", dijo Iván Freites, secretario de Profesionales y Técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela.
Agregó que otra forma de pago por estos precursores ha sido el combustible para aviones. En 2020, PDVSA y la Compañía Nacional de Petróleo Iraní acordaron intercambiar combustible para aviones, que es abundante en Venezuela debido a la suspensión de la mayoría de los viajes aéreos como resultado de las restricciones de COVID-19, informó la agencia de noticias Reuters. Según informes de Argus Media, Irán también podría recibir pagos en oro venezolano.
Freites dijo que el crudo para pagar los catalizadores se carga en los muelles de Cardón, en el estado Falcón. Los buques "operan con [sus] localizadores y luces apagadas", para dificultar la detección de Estados Unidos y posibles sanciones.
En su opinión, algunos de los cargamentos de catalizadores podrían ir a la Refinería El Palito, en el estado Carabobo, que suspendió operaciones en noviembre de 2020. En junio, el representante de la junta de refinería de PDVSA, José Joaquín Vargas, dijo que esta instalación se había recuperado en un 80 por ciento. Pero no se ha reactivado hasta ahora.
