Agentes del Servicio Secreto de EE.UU. Sacaron al ex presidente Donald Trump del escenario tras escucharse aparentes disparos en un mitin en Pensilvania este sábado.
Rápidamente fue rodeado por agentes del Servicio Secreto, quienes lo evacuaron a un vehículo.
Trump, que parecía tener sangre en la oreja, levantó un puño en un aparente gesto al público cuando lo sacaron del escenario.
El Servicio Secreto anunció en un comunicado que Trump está a salvo y se tomaron medidas para su protección.
Agregó que se está llevando a cabo una investigación y que se divulgará más información cuando esté disponible.
La campaña de Trump, por su parte, indicó que el ex presidente se encuentra "bien" y está siendo "examinado" en un centro médico local.
"El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los servicios de emergencia su rápida acción durante este atroz acto", indicó el portavoz Steven Cheung.
El candidato republicano a la presidencia pronunciaba un discurso en un mitin en Butler, en Pensilvania, un estado decisivo en las elecciones de noviembre.
El sonido de aparentes disparos se produjo cuando criticaba a su sucesor, el presidente Joe Biden, y a su administración.
Varios partidarios con pancartas detrás de Trump se agacharon tras el ruido.
Un testigo, Jason, aseguró a la cadena BBC haber escuchado una ráfaga de 5 disparos.
“Vimos al Servicio Secreto saltar hacia Trump para protegerlo. Todos en la multitud se agacharon rápidamente", declaró.
Agregó que "poco después se puso de pie, levantó el puño al aire y dijo un par de cosas", y que "su oreja sangraba".
Tim, que también estaba en el acto, explicó a la cadena BBC que escuchó un "aluvión" de disparos.
"Había un spray que inicialmente pensamos que era una manguera contra incendios, y luego el altavoz del lado derecho empezó a caer", afirmó.
"Algo debe haber golpeado las líneas hidráulicas (lo que provocó que cayeran). Vimos al presidente Trump tirarse al suelo y todos empezaron a tirarse al suelo porque era un caos", añadió.
El presidente Biden, que se encuentra en su estado natal de Delaware, recibió un primer informe sobre el suceso, según la Casa Blanca.
Políticos de ambos partidos han condenado el aparente ataque.
El gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro, afirmó que "la violencia dirigida contra cualquier partido político o líder político es absolutamente inaceptable".
El ex vicepresidente Mike Pence declaró que él y su esposa estaban orando por Trump e instó a "todos los estadounidenses a unirse a nosotros".
El líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, indicó en un comunicado: “Mis pensamientos y oraciones están con el ex presidente Trump. Estoy agradecido por la respuesta decisiva de las fuerzas del orden. Estados Unidos es una democracia. La violencia política de cualquier tipo nunca es aceptable”.
Fuente: BBC