La Confederación General del Trabajo (CGT) se encuentra en un momento de transformación, con elecciones internas programadas para el 6 de noviembre que podrían redefinir su estructura de conducción y su rol frente al gobierno de Javier Milei. Paralelamente, sectores del sindicalismo buscan mayor participación en el escenario político a través del peronismo.
Renovación en la conducción cegetista
El actual triunvirato compuesto por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y Octavio Argüello (Camioneros) no se presentará a la reelección, abriendo un proceso de renovación donde se debate entre mantener el modelo colegiado o volver a un secretario general único.
Entre los principales candidatos destacan:
- Jorge Sola (Sindicato del Seguro), figura dialoguista con nexos empresariales
- Cristian Jerónimo (Vidrio), apoyado por Gerardo Martínez (UOCRA)
- Abel Furlan (UOM) y Sergio Palazzo (Bancarios), que promueven un liderazgo unipersonal
La inclusión femenina es otro tema clave, con nombres como Maia Volcovinsky (Judiciales), Marina Jaureguiberry (SADOP) y Laura Lorenzo (SMATA) sonando para integrar la conducción. Hugo Moyano, por su parte, impulsa a su hijo Jerónimo para la Secretaría de Juventud.
El movimiento obrero en la arena política
Mientras se define la conducción cegetista, la agrupación Fuerza Argentina -liderada por Gabriel Mariotto y Juan Pablo Brey (Aeronavegantes)- presiona por mayor representación sindical en las listas del peronismo para las elecciones de octubre.
En un reciente encuentro en el Sindicato de Peones de Taxis, plantearon una agenda que incluye:
- Auditoría de la deuda externa
- Ley de soberanía sobre bienes naturales
- Políticas activas para la producción nacional
- Mayor participación obrera en la toma de decisiones políticas
Figuras como Juan Carlos Schmid (CATT) y José Minaberrigaray (SETIA) respaldan esta iniciativa, que busca que el peronismo no se limite a criticar al gobierno sino que impulse propuestas concretas desde la perspectiva sindical.
Escenarios posibles
Los próximos meses serán decisivos para el movimiento obrero argentino. El 27 de agosto, un encuentro en Ezeiza marcará el inicio formal de las negociaciones previas al Congreso de la CGT del 6 de noviembre. Allí se definirá si la central obrera mantiene su estructura colegiada o opta por un liderazgo único, en un contexto donde sectores como la CATT y Luz y Fuerza pujan por una línea más confrontativa con el gobierno.
Simultáneamente, la capacidad del sindicalismo para ganar espacios en la política partidaria a través del peronismo podría redefinir su rol en el escenario nacional, especialmente frente a un gobierno que mantiene una relación conflictiva con las organizaciones laborales.
Fuente: ECS