Los intendentes reflotan un resorte de poder y meten presión al Gobierno por recursos
La Federación Argentina de Municipios (FAM) renovó autoridades y ungió a Fernando Espinoza, de La Matanza, como su nuevo titular. La conducción aspira a recuperar fondos perdidos durante el macrismo e interceder en la interna oficialista de cara al 2023.
Con la interna al rojo vivo entre el kirchnerismo y la Casa Rosada, los intendentes oficialistas buscan no quedar reducidos a una mínima expresión y por ello acordaron reflotar una caja de resonancia de sus reclamos y planteos para no perder lugar a la hora de tomar decisiones que impacten en su suerte electoral, en 2023.
Este martes, en Tecnópolis, la Federación Argentina de Municipios (FAM) acordó ungir formalmente al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, como su nuevo presidente, luego de casi dos años de negociaciones y un interregno necesario para pulir las tensiones internas y apaciguar los ánimos de varios dirigentes pejotistas que querían para sí este sillón.
Espinoza llega aprobado por una lista de unidad, pero no totalmente avalado. El exdiputado nacional ganó en la pulseada al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, que aspiraba a ganar este espacio cuando todavía lideraba el municipio de Hurlingham, del que tomó licencia para sumarse al gabinete nacional. Otro histórico dirigente bonaerense y de peso en la FAM, Julio Pereyra, hoy diputado provincial, tampoco veía con buenos ojos al vencedor.
La FAM, creada en 1997 por ley nacional, potenciada desde el 2003 por Néstor Kirchner, tiene potestad para representar a los jefes territoriales frente al Poder Ejecutivo, el Congreso y el Poder Judicial. Su silla es sinónimo de autoridad para negociar en condición de igualdad con el Gobierno nacional y obtener concesiones -obras y fondos- para sus distritos
En la etapa que se abre, la FAM procura fortalecer la autonomía municipal -consagrada en la Constitución- y la acumulación de funciones que, subrayan, necesitan de los "respectivos recursos". Por ello, anticipan que habrá una intensa discusión con la Nación para acrecentar las transferencias a los intendentes.
Para "desconurbanizar" la entidad, la nueva conducción tendrá impronta federal, con representantes de todas las provincias y representación de las principales fuerzas políticas de la oposición en el consejo directivo,
Ya en el plano de la interna peronista, la consagración de Espinoza, avalada con la presencia del jefe de gabinete, Juan Manzur; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, pretende mostrar la representación de "todos los sectores". Así y todo, el jefe comunal del distrito más populoso del Conurbano llega allí con el tácito aval del presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y sin el entusiasmo de Alberto Fernández.
Espinoza aspira a reencauzar el diálogo con todas las vertientes del Frente de Todos para intentar -una vez más- salvar la unidad del espacio, que esta semana varios funcionarios del Gobierno nacional, ante la embestida K, ven casi imposible restañar. Tarea nada fácil para un cacique que tiene sus desafíos en el vasto territorio de su partido, internas abiertas y aspiraciones más amplias de cara a 2023, y que deberá descansar en la diaria del organismo en el secretario general, Juan Matteo.
También, Espinoza viene propiciando desde hace meses que el Ejecutivo de Alberto Fernández y la administración de Kicillof, en La Plata, den más juego a los intendentes y acaso los tomen como un actor fundamental del Frente de Todos.
Meses atrás, en La Matanza, Espinoza congregó a dirigentes de la primera y la tercera sección electoral y, con ellos, reclamó que el Gobierno nacional y a Kicillof creear mesas de trabajo y hacer "lo que sea necesario" para bajar la inflación. Allí pidieron apretar las clavijas contra los formadores de precios e imponer sanciones por las subas injustificadas.
La FAM vuelve a tomar vuelo como parte de un plan que apunta a sortear a los gobernadores (en caso de ser necesario) y repartir obras directamente a los jefes comunales. Así funcionó durante la prolongada gestión bicéfala de los intendentes Julio Pereyra (Florencio Varela) y Alberto Descalzo (Ituzaingó)