Los encuestadores dicen que la clave de la elección bonaerense del Frente de Todos (FdT) la tienen los intendentes del Gran Buenos Aires. Y, la realidad, es que los jefes comunales son optimistas, aunque no saben si la mejora que perciben alcanzará para dar vuelta el resultado en el distrito más populoso del país. La opinión es unánime: hay un clima distinto al de las PASO, esencialmente porque la situación epidemiológica permite que la gente salga, consuma, participe de actividades sociales, vayan a la cancha, se muevan con otra libertad a la que había en septiembre. A esto se agrega que -según los mandatarios- existe una incipiente reactivación económica. Por último, también hay confianza en que el cambio de protocolo para votar -ya no habrá colas fuera de las escuelas- anime más al votante y reduzca el ausentismo, que fue lo decisivo en la caída del voto del FdT. Página/12 dialogó con seis intendentes del oficialismo, todos al frente de distritos de máxima importancia, para analizar el cuadro de situación a siete días de las elecciones.
“Aquí en La Matanza el ambiente es distinto al de las PASO -señala Fernando Espinoza, jefe comunal del municipio con más población de la Argentina-. Ahora vemos y percibimos el ambiente que suele haber en una elección general. Legislativa, claro. No se cambia de presidente ni de gobernador ni de intendente, pero las vecinas y los vecinos tienen una disposición diferente a la de las PASO, en la que nos fue bien en el distrito. Y ahora nos va a ir mucho mejor. Se escucha bastante ‘ahora voy a ir a votar’, pero también en los encuentros que hacemos cada noche con grupos de vecinas y vecinos para charlar reconocen que estamos tomando medidas para que lleguen lo más rápido posible al bolsillo de la gente, a la mesa de las familias”.
“En estos dos meses el ánimo de la gente cambió -dice Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, otro distrito fundamental-. Pasamos más de un año de pandemia con restricciones, con miedos, con desinformación malintencionada y eso generó muchas dudas y enojo en la gente, que se notó en el resultado de las PASO. Pero con el éxito del plan de vacunación, ya que en Quilmes aplicamos más de 800 mil dosis, y las aperturas y medidas económicas que se dieron en las últimas semanas, el ánimo cambió para bien. Con la reanudación de las actividades se nota cada vez más la reactivación de la economía. Entendimos el mensaje de las PASO, ese enojo de la gente. Y salimos a buscar a los quilmeños y quilmeñas para darles respuestas y también contarles todo el trabajo y las obras que estamos haciendo aún en pandemia”.
“Hay un clima social distinto al de las PASO -percibe Lucas Ghi, intendente de Morón-. Con la mejora en la salud, recuperamos espacios deportivos, sociales. La gente va a las plazas, a las canchas. Nos volvimos a encontrar. Por ejemplo, los salones de eventos tienen contratadas fechas hasta bien entrado 2022. Cambió el humor. Veremos si eso incide en el resultado electoral. Pero, si no, hay que seguir trabajando, así como ahora”.
“La gente estaba muy fría en las PASO -sostiene Fernando Moreira, al frente de otro de los distritos fundamentales del Gran Buenos Aires, San Martín-. La crisis, los problemas económicos, el Covid. Nuestros vecinos no estuvieron atentos. Encima eran las PASO de una elección legislativa en que la gente participa menos. Ahora hay más gente en la calle, mejoró el ánimo, hay mejor clima. Pero, además, se acerca el día de la elección. Entonces, en esta última semana ya percibimos una levantada y supongo que eso va a ser más fuerte en la semana final. Nos veo mejor, es la sensación que tengo”.
El intendente de Tigre, Julio Zamora, diagnostica que “el éxito del plan de vacunación, nos está permitiendo volver de a poco a la vida que teníamos, sumado a que comienza a haber señales de una incipiente reactivación en algunos sectores de la economía. Todo eso está generando en la gente un mayor entusiasmo por participar. Lo percibo en la calle, cuando recorro los barrios y hablo con los vecinos y vecinas. Creo que el próximo domingo 14 va a crecer mucho el porcentaje de concurrencia a las urnas respecto de la elección de septiembre pasado”.
“Veo que estamos mejor -percibe Mauro García, intendente de General Rodríguez-. Entiendo que se superó un momento muy difícil, que solo el tiempo nos permitirá a la distancia evaluar lo que nos pasó con la pandemia. Pero ahora no es el momento, la gente necesita y desea recomponerse en todo sentido. Coincido con mis pares: cambiaron bastante las cosas. La posibilidad de salir, recuperar la vida cotidiana es fundamental, la organización de las actividades diarias genera un clima más alentador, una perspectiva más positiva”.
¿Cambio?
El análisis que se hizo después de las PASO concluyó en que hubo millones de ciudadanos que no fueron a votar, principalmente en barrios donde suele ganar el peronismo. Por un lado, hubo enojo con el gobierno por la crisis económica, la que produjo el Covid y la que venía del macrismo. Por otro lado, unas PASO que tenían competencia en Juntos por el Cambio -Diego Santilli vs Facundo Manes, por ejemplo- y no tenían ningún atractivo en el FdT, que presentaba lista única. Tampoco los intendentes se jugaban gran cosa porque ni siquiera se elegían concejales o consejeros escolares, como este 14 de noviembre.
“Cuando profundizás los temas en las conversaciones con los vecinos -insiste Espinoza-, te das cuenta que no evalúan votar a la oposición. A Juntos lo padecieron. Y mucho. Nadie se olvida de lo que hicieron. Los que se enojaron con el oficialismo, como se enojaron en todo el mundo, ahora nos miran y evalúan lo que hacemos. Esperaron a ver cómo reaccionamos y se dan cuenta que estamos haciendo lo que no podíamos”.
“Desde ya que hay un cambio -sostiene Zamora-. En el caso del Gobierno nacional, se están tomando medidas para acelerar la reactivación industrial con su consecuente generación de empleo genuino Y está la iniciativa de controlar los precios de los alimentos en el marco de la lucha contra la inflación. Esperemos que dé el resultado deseado. En Tigre, pusimos el foco en visibilizar la gestión municipal. Estamos brindando más servicios y haciendo más obras que nunca”.
Protocolos
Una de las cuestiones más mencionadas en las PASO fue que la pandemia obligó a distribuir mesas en más escuelas, algunas alejadas a diez o quince cuadras del votante. Hubo dificultades para transportarse y, además, se vieron larguísimas colas en las puertas de los colegios, ya que no se permitió el ingreso hasta llegado el momento del voto mismo.
Esta vez, la Cámara Nacional Electoral cambió el protocolo y se podrá entrar al colegio, hacer cola en cada mesa, y se supone que eso va a acelerar todo el proceso. También recayó en los intendentes la labor de acercar a los votantes a los nuevos lugares de votación que les queden distantes.
“Esto cambia para mejor -dice Ghi-. Hubo escuelas que no tuvieron fluidez. Hubo que esperar dos o tres horas. La gente se enteraba y perdía la paciencia, se volvía o directamente no se acercó a esas escuelas. Ahora, además, hay un hecho decisivo: todos están vacunados”.
Espinoza recuerda: "otra de las cosas que escuchamos en nuestras recorridas y encuentros cotidianos es que 'fui a votar, pero me encontré con dificultades para llegar al lugar por todos los cortes de calle que se hacían para evitar que hubiera gente amontonada y cuando llegaba, veía las largas colas afuera. Así que me fui sin votar'. Ahora, con este nuevo panorama, ya no será necesario cortar calles ni hacer doble fila afuera y adentro de los lugares de votación. Nadie va a ver a una cuadra de distancia gente esperando para entrar y esperar otra vez. Los abuelos me dicen que no fueron a votar porque tenían miedo de contagiarse y me preguntan si tienen que ir a partir de las 10 de la mañana como se dijo en la elección anterior y yo les digo que no. Los abuelos y las abuelas pueden ir a votar a cualquier hora y me dicen que van a ir a las 8 de la mañana como fueron siempre”.
“Por supuesto que las nuevas normativas y protocolos van a ayudar -redondea Mayra Mendoza-. Igualmente haremos hincapié en mantener los cuidados sanitarios y confiamos en que va a subir el porcentaje de votantes con respecto a las PASO. Hoy tenemos una realidad distinta, solo en Quilmes llevamos aplicadas casi 900 mil dosis”.
En el diálogo con los intendentes no se percibe ni triunfalismo ni pesimismo, más bien un signo de interrogación. La derrota en las PASO produjo un terremoto que ninguno de ellos esperaba y que los sorprendió. Saben que es muy difícil dar vuelta una elección en dos meses, además, con un cuadro económico que sigue siendo difícil y un feroz bombardeo mediático. Pero se los adivina confiados, aunque no lo dicen del todo. Viene a cuento la frase que está en boga hace un tiempo, “el que se quema con una empanada, sopla hasta la sandía”.
Fuente: Página/12