El economista Miguel Ángel Boggiano dijo que "en muchos aspectos, la situación actual se parece al contexto de la crisis de 2001 en la Argentina. Las condiciones son distintas, pero es igual de mala (que en el 2001)".
"De 2001 para acá, el peso contra el dólar cayó prácticamente sin interrupción", sostuvo. Y lamentó que se traduzca en "una destrucción absoluta del valor de la moneda nacional ya que hoy la Argentina está cerca de tocar los $200 por dólar. Tampoco hay que ser un sabio para darse cuenta de que va para ese lado".
Y enfatizó: "La verdad es que si vale $180, decir $200 pesos no es apocalíptico ni nada. Al contrario, es conservador. Nadie sabe el momento ni la hora, pero no está lejos".
El 62% no cree que el Gobierno esté en condiciones de resolver la situación económica.
El CEO de la consultora Carta Financiera, en declaraciones a Delta FM, recordó que "tiempo atrás, una de las máximas del Banco Central era defender el valor de la moneda. Bueno, la quitaron hace ya varios años. O sea que ni siquiera el BCRA dice que su tarea es defender el valor de la moneda".
Sobre el impacto de la cuarentena fue categórico: "Al final quedamos en el peor de los mundos: los 100.000 muertos y la economía destruida".
Además, consultado sobre la posibilidad de dolarizar la economía, dijo: "El único objetivo de la dolarización es simplemente utilizar la credibilidad que tiene otro y asumir que uno no tiene ninguna".
Así, según Boggiano no es una opción viable porque "para poder llegar a una situación en la que se dolarice la economía se tiene que ‘ordenar la casa' y si se hizo ese ordenamiento después no se va a necesitar la dolarización".
"La gente busca soluciones mágicas y sencillas: la convertibilidad o el tipo de cambio fijo se utilizan en países que tienen poca disciplina. Y obviamente eso tiene un costo: esos desequilibrios se van traduciendo en distintos tipos de cambio", reflexionó Boggiano.
Según su análisis, si el presidente Alberto Fernández hubiera levantado el cepo al inicio de su gobierno, aceptando en su momento el 'cimbronazo' de esta medida, hoy la Argentina tendría un tipo de cambio capaz de encontrar su valor de equilibrio.
Y sumó que si el objetivo del Gobierno es "seguir con esa ficción para poder marcar precios de alimentos con un dólar intervenido y no marcar inflación más alta", entonces se genera una serie de "enredos, un nudo arriba de otro nuevo".
E ilustró: "Se genera un parche sobre parche sobre parche. Si no se empiezan a levantar se llega a la economía argentina de hoy: parches donde mires".
Sobre qué se puede esperar para lo que queda del año electoral, Boggiano resumió: "en esta recta final, el Gobierno comenzará a imprimir más pesos para seguir gastando más. Es una situación super precaria. El único objetivo es tapar las cosas como se pueda para tener un papel más o menos decente en las elecciones".
Y aseguró que "el verdadero objetivo del Gobierno es la agenda judicial de Cristina Kirchner, que gobierna todo lo que tiene que ver con la economía".